En las sesiones de psicoterapia, una de las distinciones más importantes radica en cómo se orientan las conversaciones: ¿nos centramos en los problemas, en las dificultades, en los déficits o en las soluciones, en los recursos y fortalezas? Cada enfoque conversacional provoca respuestas diferentes en el cerebro, y la neurociencia nos permite entender de manera más precisa los efectos de estas dos formas de abordar una conversación. En este artículo, exploraremos cómo las conversaciones centradas en el problema y aquellas centradas en soluciones afectan el cerebro, activan circuitos neuronales distintos y generan experiencias internas diferentes, no solo a nivel emocional sino también a nivel neurológico.
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1. Conversaciones Centradas en el Problema: el Enfoque Centrado en el Déficit
Las conversaciones centradas en el problema son aquellas en las que la atención se enfoca predominantemente en lo que está mal, en lo que no funciona, en lo que hay de corregir. Este tipo de diálogo analiza las causas de los problemas, los factores contribuyentes, los déficits que pueden estar manteniendo las dificultades, y las veces que el problema ha afectado a la persona, con el fin de llegar a su raíz. Esta perspectiva es común en enfoques de intervención más tradicionales orientados a explorar el pasado o a profundizar en las razones subyacentes del problema
Activación de redes neuronales relacionadas con el estrés y la ansiedad
Cuando una persona mantiene una conversación centrada en el problema, el cerebro activa principalmente la amígdala, una estructura clave en el sistema límbico. La amígdala es responsable de procesar emociones intensas como el miedo, la angustia, la rabia, y el estrés. Esta activación puede llevar a una respuesta de “lucha o huida”, haciendo que el cerebro libere hormonas como el cortisol y la adrenalina, conocidas por su papel en la respuesta al estrés.
Este aumento de cortisol tiene un efecto acumulativo en el cerebro. Si la conversación se enfoca repetidamente en el problema, se incrementan los niveles de cortisol, y esto puede tener efectos adversos a medio y largo plazo, como un deterioro en la memoria y en la capacidad de tomar decisiones. Además, al activar los circuitos neuronales de estrés, las personas tienden a sentirse abrumadas, atrapadas y sin control sobre su situación. A esto se le conoce como «secuestro de la amígdala»
La mentalidad defensiva y la inhibición de la creatividad
Otro efecto de las conversaciones centradas en el problema es que el cerebro se inclina a procesar información de manera repetitiva y la persona adopta un modo defensivo. Esto inhibe la corteza prefrontal, la región del cerebro responsable de la creatividad, el pensamiento lógico y la toma de decisiones efectiva. El individuo se centra en las limitaciones, en sus errores y en las razones por las cuales no puede resolver su situación, lo que refuerza una percepción de impotencia. Cuando la conversación se centra en la exploración del problema, también se activa una tendencia a buscar confirmación de creencias negativas, lo que puede hacer que el cerebro caiga en una “trampa mental”, donde la percepción se estrecha y el individuo ve pocas opciones de solución.
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2. Conversaciones Centradas en Soluciones: un Enfoque Posibilitador
En contraposición, las conversaciones centradas en la solución desplazan la atención hacia lo que funciona, los recursos disponibles y las excepciones al problema. Este enfoque anima a las personas a visualizar un futuro sin el problema y a identificar los pasos concretos para acercarse a él.
Activación de circuitos relacionados con la motivación y la recompensa
En términos neurológicos, cuando nos centramos en las soluciones, el cerebro activa áreas como el núcleo accumbens y el sistema de recompensa. Estas estructuras están estrechamente relacionadas con la motivación, el placer y la expectativa de éxito. El núcleo accumbens libera dopamina, un neurotransmisor clave para la sensación de bienestar y el impulso de avanzar hacia objetivos concretos. Esto no solo facilita un estado emocional más positivo, sino que también ayuda a que las personas se sientan más motivadas para actuar.
A diferencia de la activación de la amígdala en las conversaciones centradas en el problema, aquí la respuesta emocional es de esperanza y expectativas de éxito. La liberación de dopamina genera un ciclo de retroalimentación positivo, en el cual la persona se siente más capaz de manejar los desafíos y tomar decisiones para avanzar hacia el futuro preferido. Este estado contrasta fuertemente con la sensación de bloqueo o falta de opciones que provoca el mantenimiento de conversaciones centradas en el problema.
Fomento de la creatividad y de la flexibilidad Cognitiva
Otro aspecto importante de las conversaciones centradas en soluciones es que activan la corteza prefrontal en su totalidad, fomentando la creatividad y la flexibilidad cognitiva. Esta región del cerebro permite generar ideas nuevas, buscar alternativas y construir una visión de futuro. Al enfocarse en lo que es posible y en los pequeños logros, se desencadenan procesos de neuroplasticidad, es decir, el cerebro se reorganiza y se fortalecen conexiones neuronales en respuesta a nuevas experiencias.
Esta activación no solo ayuda a ver el problema desde diferentes ángulos, sino que también permite a la persona salir del pensamiento rígido, de la dicotomía de “esto o aquello” que a menudo acompaña al estrés. En cambio, se abren múltiples posibilidades y opciones de acción, lo que contribuye a una sensación de control sobre la propia vida.
3. El Rol de las Expectativas y el “Efecto Pigmalión” en el Cerebro
Las conversaciones centradas en soluciones promueven expectativas positivas, lo que en psicología se denomina “efecto Pigmalión”. Cuando las expectativas del/la terapeuta se centran en creer y dar por hecho que el cambio es posible, el cerebro del/la cliente también empieza a modificar sus patrones neuronales. La confianza en que el cambio es posible activa el córtex cingulado anterior, una región asociada con la autorregulación y la empatía, que ayuda a reforzar la expectativa de autoeficacia y la creencia en el propio potencial.
En este sentido, el/la terapeuta que utiliza una perspectiva centrada en soluciones puede contribuir a una nueva construcción de la identidad del/la cliente como una persona capaz y valiosa. Esto permite que la persona internalice una imagen positiva de sí misma, lo cual es fundamental para activar los circuitos de recompensa y evitar la reactivación de los patrones de estrés.
4. Neuroplasticidad y Resiliencia: cómo el Cambio en el Enfoque Conduce a Cambios Duraderos
La neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales, juega un papel crucial en el impacto de las conversaciones terapéuticas. Cuanto más frecuentemente una persona participa en conversaciones centradas en soluciones, más se fortalecen los circuitos neuronales relacionados con la confianza, la flexibilidad cognitiva y la autoeficacia. Esta repetición de patrones positivos fomenta la resiliencia, o la habilidad del cerebro para recuperarse ante la adversidad y adaptarse a nuevas situaciones.
El enfoque centrado en soluciones también promueve el desarrollo de un estado mental “proactivo”, donde la persona no solo reacciona a los eventos, sino que se convierte en un agente activo de su propio cambio. Esto tiene un impacto duradero en la estructura cerebral, ya que se consolidan las redes neuronales asociadas a la autorregulación emocional y al manejo de conflictos.
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La Práctica centrada en Soluciones como Herramienta de Transformación Neurológica
El cambio en el foco de atención de una conversación centrada en el problema a una conversación centrada en soluciones, es algo más que una simple estrategia terapéutica; se trata un cambio profundo que impacta la estructura y en el funcionamiento del cerebro.
La práctica entrada en soluciones construye experiencias en las personas que activan circuitos neuronales de recompensa, motivación y creatividad, reduciendo al mismo tiempo la activación de los circuitos de estrés. Este conocimiento nos permite entender mejor cómo las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos y con los demás pueden moldear nuestro cerebro y nuestra percepción de la vida.
En última instancia, al centrarnos en soluciones, fomentamos un cerebro más resiliente, más abierto a nuevas posibilidades y más capaz de superar las adversidades con creatividad y autoconfianza.
Por tanto, la práctica centrada en soluciones es una herramienta poderosa no solo para resolver problemas específicos, sino para construir una mente más saludable, resiliente y optimista.
Aquí tienes algunas referencias que respaldan el impacto de las conversaciones centradas en soluciones en el cerebro:
- Brain First Institute. (n.d.). What is Solution-Focused Coaching? A Neuroscientific Approach (Part 1). Recuperado de https://www.brainfirstinstitute.com
Este artículo analiza cómo el enfoque centrado en soluciones puede reducir el estrés y activar el sistema de recompensa del cerebro, mejorando la neuroplasticidad y la capacidad cognitiva de los individuosBrain First Institute. - Centre for Solution Focused Research. (n.d.). Exploring through EEG how the Brain Responds to Different Solution Focused Questions: Early Findings from a Randomised Controlled Trial. Recuperado de https://www.centreforsolutionfocusedresearch.com
Este estudio EEG detalla cómo las preguntas centradas en soluciones estimulan la creatividad y la respuesta emocional positiva, y exploran cómo el cerebro genera y evalúa ideas en conversaciones terapéuticas centradas en solucionesYMAWS. - Gillibrand, R., Froerer, A., & Lunde, M. (2022). The Brain and the Impact of Solution Focus Questions. SFiO.org. Recuperado de https://www.sfio.org
Este recurso discute cómo las preguntas centradas en soluciones, mediante monitoreo EEG, revelan actividad en áreas cerebrales de creatividad antes de que se verbalice la respuesta, mostrando la reconfiguración mental hacia una visión de futuro optimistaSFiO.org. - Brain First Institute. (n.d.). The Miracle Question in Coaching: A Neuroscience Perspective. Recuperado de https://www.brainfirstinstitute.com
Este artículo examina la «Pregunta Milagro», una técnica en terapia centrada en soluciones, y su capacidad para activar la corteza prefrontal y reducir el estrés en la amígdala, facilitando el cambio cognitivo y emocionalBrain First Institute.