En la Práctica Centrada en Soluciones, la conversación se enfoca en aquello que ya está funcionando, lo que abre espacios para la construcción de soluciones a partir de los propios recursos y fortalezas que las personas ya tienen. Las escalas permiten que las personas evalúen su progreso y visualicen sus metas de forma concreta. Sin embargo, el uso creativo de las escalas puede llevar este proceso aún más lejos, convirtiendo una simple línea numérica en una plataforma poderosa de transformación.
La escala tradicional en terapia breve centrada en soluciones suele ir del 0/1 al 10, donde 0 o 1 representa la peor situación posible y 10 el futuro deseado. Se pide a la persona que puntúe donde cree que se encuentra en el momento actual. Esta escala, aparentemente simple, permite muchas más aplicaciones. Al ser una herramienta flexible, su potencial se expande al usar la creatividad, llevándola más allá de la simple cuantificación del/la cliente. Al introducir metáforas, objetos, movimientos o colores, se facilita una conexión emocional y cognitiva más profunda con el proceso de cambio.
LA LOGICA DEL TRABAJO CON ESCALAS. Un proceso colaborativo de 6 pasos
Para extraer todo el potencial de las escalas, es útil desglosar el proceso trabajo en sesión en pasos, cada uno orientado a profundizar la exploración del estado actual del/la cliente, su avance y sus recursos:
- Descripción del punto actual: Invita al cliente a describir detalladamente el lugar donde se encuentra en la escala. Por ejemplo, si se ubica en un 4, se le puede preguntar: «¿Qué significa este 4 para ti? ¿Qué ha sucedido para que estés en un 4 y no en un 1?» Esta descripción inicial sitúa a la persona en un contexto de autoconocimiento y avance.
- Comparación con puntuaciones inferiores: Explorar por qué la persona está en su punto actual en lugar de en uno más bajo ayuda a resaltar los avances y logros previos. Se podría preguntar, “¿Qué ha cambiado para que estés en un 4 y no en un 2?”.
- Ampliación de las diferencias: Este paso profundiza en lo que ya es diferente en la vida de la persona, de manera que pueda identificar los elementos que han contribuido a su progreso. La técnica de “cotillear” o curiosear en cada cambio mínimo refuerza la percepción de avances.
- Atribución de control: Preguntar “¿Cómo has conseguido llegar hasta aquí?” o “¿Qué te ha ayudado a avanzar?” facilita que la persona pueda tomar conciencia de su capacidad para influir en su propia situación, descubriendo lo que le a funcionado.
- Describir el próximo punto: Invita a la persona a imaginar el siguiente paso. Preguntas como “¿Cómo te darás cuenta de que estás un punto más arriba?” o “¿Qué será diferente cuando estés en un 5 en lugar de en un 4?” favorecen la proyección al futuro sobre un punto más y la clarificación de pequeñas metas.
- Atribución de control sobre un punto más: Finalmente, explora lo que el/la cliente puede hacer para avanzar un punto más, promoviendo un sentido de agencia. Preguntar “¿Qué podrías hacer esta semana entonces para avanzar un punto en la escala?” enfatiza la acción concreta.
El uso de anclajes en la escala facilita que el/la cliente visualice su situación en el tiempo y la evolución que ha tenido. Existen diversas formas de establecer el punto más bajo de la escala, cada una con una intención específica:
- Inicio del proceso terapéutico: Anclar el “0” como el momento en que la persona buscó ayuda permite visualizar desde dónde se partió.
- Peor momento experimentado: Situar el “0” como el momento de mayor dificultad ayuda a apreciar los cambios y logros.
- Inicio del cambio positivo: Definir el “0” como el momento antes de que empezaran a producirse los cambios invita al cliente a reconocer lo que ha logrado desde entonces.
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MÁS ALLÁ DE LOS NÚMEROS
Las escalas creativas no solo miden el progreso; también enriquecen la experiencia emocional de las personas al conectar de una manera única con su situación. Al transformar la escala en una experiencia sensorial, emocional o visual, esta herramienta se vuelve aún más poderosa y accesible para cada cliente.
A continuación, se presentan varias escalas creativas que permiten a las personas trabajar de manera más visual, sensorial y significativa en su proceso de cambio.
1. Escalas de Colores
En esta escala, la persona elige colores para representar su situación actual y su objetivo. Por ejemplo, puede elegir el gris para simbolizar un estado de confusión o estancamiento, y el azul o verde para representar paz o claridad.
Aplicación:
- Niños y adolescentes: Esta escala es ideal para menores, quienes suelen encontrar en los colores una forma más accesible de expresar sus emociones.
- Clientes con dificultades de expresión verbal: Personas que prefieren conectar con sus emociones a través de lo visual se beneficiarán de esta escala, que evita el uso de números.
- Situaciones de ansiedad y estrés: Los colores permiten expresar el bienestar emocional de forma sutil, ayudando al cliente a identificar y celebrar pequeños avances en su estado de ánimo.
2. Escalas de Temperatura
La persona representa su estado emocional en términos de temperatura. Un estado “frío” simboliza distancia emocional o estancamiento, mientras que un estado “cálido” representa cercanía o seguridad.
Aplicación:
- Clientes con dificultades para conectar emocionalmente: Esta escala ayuda a visualizar la apertura emocional como un proceso gradual de calentamiento.
- Personas en duelo: El uso de temperaturas permite trabajar el proceso emocional de forma indirecta y menos abrumadora.
- Terapia de pareja: Esta escala es útil para parejas que desean explorar la cercanía emocional en la relación, ya que permite visualizar el cambio en términos de temperatura y calidez.
3. Escalas de Paisajes
La situación y la meta de la persona se representan como paisajes. Por ejemplo, un “bosque oscuro” puede simbolizar un estado de confusión, y una “playa soleada” la meta de claridad y tranquilidad.
Aplicación:
- Clientes que valoran el contacto con la naturaleza: Esta escala es ideal para quienes encuentran en la naturaleza una forma de conexión y de expresión.
- Situaciones de depresión: Los paisajes permiten expresar el estado emocional sin necesidad de palabras, facilitando la exploración de pequeños cambios.
- Terapia grupal: Usar paisajes facilita que los miembros del grupo compartan su proceso de una forma menos directa y respetuosa de su privacidad.
4. Escalas de Estaciones del Año
La persona asocia su situación y su objetivo con estaciones del año. Un “invierno” puede representar momentos de dificultad, mientras que una “primavera” simboliza esperanza y renovación.
Aplicación:
- Clientes en momentos de transición: Las estaciones reflejan el ciclo natural de cambio, ideal para quienes están en etapas de cierre o nuevos comienzos.
- Personas que atraviesan procesos de duelo o pérdida: Esta escala permite visualizar el avance hacia un estado de aceptación y serenidad de manera gradual.
- Grupos de apoyo: Compartir estados a través de estaciones facilita la empatía entre los miembros y les permite identificarse con los ciclos de cambio de los demás.
5. Escalas de Velocidad
La persona representa su situación en términos de velocidad, donde un avance lento indica estancamiento, y uno rápido simboliza progreso.
Aplicación:
- Clientes con ansiedad por el cambio: Para quienes sienten presión para avanzar, esta escala permite reducir las expectativas y trabajar a su propio ritmo.
- Personas que se comparan con otros: Esta escala ayuda a aceptar el ritmo individual del cambio sin presiones externas.
- Adolescentes: Es ideal para aquellos que experimentan presión social, ya que permite ver el cambio como un proceso propio y único.
6. Escalas de Luz o Brillo
La situación actual y la meta se representan como intensidades de luz. Una luz tenue puede indicar inseguridad, mientras que una luz brillante representa confianza y claridad.
Aplicación:
- Personas con síntomas de depresión leve: La escala de luz permite visualizar un cambio gradual hacia un estado de ánimo más positivo.
- Promoción de la autoestima: Esta escala facilita que los clientes visualicen el crecimiento de su confianza.
- Clientes que prefieren evitar temas emocionales: La luz permite una metáfora sutil y segura para explorar el cambio.
7. Escalas de Sonido o Volumen
El progreso se mide en términos de volumen, desde un sonido bajo que representa baja energía hasta un sonido alto y vibrante que indica alegría o vitalidad.
Aplicación:
- Personas con tendencia a la introversión: Esta escala permite expresar niveles de energía sin necesidad de usar palabras.
- Clientes con dificultades para expresar emociones: Cambiar el volumen facilita el autoconocimiento de forma indirecta y sin presión verbal.
- Terapia en personas mayores: El sonido es una metáfora accesible y fácil de relacionar con el estado emocional.
8. Escalas de Sabores
Esta escala representa emociones como sabores. El estado actual puede ser “amargo” o “ácido”, mientras que la meta es “dulce” o “suave”.
Aplicación:
- Personas con habilidades limitadas en expresión verbal: Esta escala sensorial permite a los clientes expresar sus emociones de forma accesible y menos directa.
- Clientes que han pasado por experiencias traumáticas: El sabor como metáfora es menos invasivo y permite abordar el malestar sin confrontarlo de manera directa.
- Niños y adolescentes: Los sabores son una forma divertida y accesible de ayudar a los más jóvenes a identificar y comunicar sus emociones.
9. Escalas de Protagonistas en una Historia
El/la cliente imagina su vida como una historia, donde el estado actual es el “capítulo de desafío” y la meta el “capítulo de la situación resuelta”.
Aplicación:
- Adolescentes: Visualizar la vida como una historia puede ser inspirador y facilita el proceso de cambio al relacionarlo con personajes y tramas.
- Personas en crisis de identidad: Esta escala permite proyectarse y conectarse con una narrativa personal en construcción.
- Clientes en terapia de trauma: La narrativa ayuda a crear una distancia saludable de la situación, facilitando una exploración más segura y menos directa.
10. Escalas de Clima
Aquí el clima representa el estado emocional del cliente: un “día nublado” o “tormentoso” para momentos de dificultad y un “día soleado” como meta de claridad y tranquilidad.
Aplicación:
- Clientes con síntomas depresivos: El clima es una metáfora intuitiva y accesible que permite expresar estados emocionales complejos de forma sencilla.
- Personas que prefieren metáforas suaves y naturales: La representación de emociones a través del clima es sutil y comprensible para personas de todas las edades.
- Grupos de apoyo emocional: Usar el clima facilita que los participantes compartan sus estados sin necesidad de entrar en detalles, promoviendo empatía y apoyo.
11. Escalas en Movimiento: Escalas Caminando
En esta escala, la persona camina físicamente entre puntos del espacio físico que representan su estado actual y su meta, lo que convierte el cambio en una experiencia física y tangible.
Aplicación:
- Personas con habilidades kinestésicas: Ideal para quienes aprenden y se expresan mejor a través del movimiento.
- Niños y adolescentes: Caminar físicamente en la escala convierte el proceso en una actividad activa y concreta.
- Terapia grupal: En un grupo, los participantes pueden observarse y apoyarse mientras caminan en la escala, generando una experiencia compartida de progreso.
12. Escalas de Objetos
En esta variante, el/la cliente elige objetos tangibles para representar diferentes puntos en la escala, creando una conexión visual y táctil con su progreso.
Aplicación:
- Clientes con inclinación sensorial: Los objetos proporcionan una experiencia visual y táctil, ideal para personas que necesitan materializar sus emociones de manera concreta.
- Terapia en niños: Los objetos ayudan a que los menores comprendan y se conecten con el proceso.
- Personas mayores: Los objetos ofrecen un recurso accesible para expresar emociones y progresos de manera tangible.
13. Tanques de Emociones
El/la cliente imagina un tanque de agua que representa la intensidad de una emoción específica, como la ansiedad o la frustración. La idea es trabajar para “vaciar” progresivamente el tanque.
Aplicación:
- Personas con alta carga emocional: Esta escala permite trabajar en la regulación de emociones intensas de forma gradual.
- Clientes que experimentan ansiedad o frustración: Visualizar un “tanque” que se vacía les ayuda a reconocer que pueden manejar y reducir su nivel de malestar.
- Terapia de trauma: La metáfora del tanque es menos directa y permite trabajar con emociones difíciles de forma segura y controlada.
14. Escalas de Dianas
En esta escala, la persona visualiza su progreso como una diana, donde el centro representa la meta y los círculos exteriores son pasos intermedios.
Aplicación:
- Personas orientadas a metas concretas: La diana ayuda a visualizar el avance como un camino de acercamiento continuo hacia el objetivo.
- Clientes con tendencia al perfeccionismo: Al reconocer que cada círculo representa un logro, es posible celebrar el progreso sin esperar que el cambio ocurra de inmediato.
- Equipos de trabajo o terapia en grupo: Visualizar el avance como una diana permite que cada miembro identifique su propio progreso y reconozca el camino de los demás.
15. Escalas de Caras o Emoticonos
Descripción: Esta escala es especialmente útil para niños o personas que prefieren expresar emociones de forma visual. En lugar de números, se usan caras (triste, neutral, alegre) para representar el progreso.
Aplicación:
- Niños: La escala de caras o emoticonos es intuitiva y fácil de comprender para los más pequeños, lo que facilita que expresen cómo se sienten.
- Personas con dificultades de expresión verbal: Ideal para quienes prefieren comunicar sus emociones a través de representaciones visuales sencillas.
- Personas con discapacidades cognitivas: Las caras ofrecen una representación directa y accesible del estado emocional sin necesidad de explicaciones complejas.
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LAS ESCALAS CREATIVAS COMO HERRAMIENTAS DE CAMBIO EN TBCS
En el contexto de la Terapia Breve Centrada en Soluciones, las escalas van más allá de ser simples herramientas de medición: se convierten en recursos para fomentar la reflexión, el autoconocimiento y el compromiso con el cambio. Al introducir elementos visuales, emocionales, narrativos y físicos en las escalas, el/la profesional puede adaptar el proceso de acuerdo a las necesidades y estilo de cada cliente. Las escalas creativas, además, promueven una conexión emocional más profunda, al permitir que los clientes representen su situación y sus aspiraciones de una manera personalizada y simbólica.
Las escalas, cuando se usan de forma creativa, ayudan a la persona a ver su situación y su progreso desde distintas perspectivas, ampliando su comprensión del cambio y fortaleciendo su sentido de agencia. Al mismo tiempo, estas variantes creativas invitan a experimentar el cambio de forma progresiva, comprensible y alcanzable. En lugar de enfocarse únicamente en el logro final, las escalas creativas ayudan a valorar cada pequeño paso hacia el avance, reforzando la idea de que cada acción tiene un impacto e otras áreas de la vida de las personas y que el cambio es posible.
El uso de escalas creativas representa una oportunidad para trabajar con mayor flexibilidad y sensibilidad en las sesiones. Los/las profesionales pueden adaptar las conversaciones y las intervenciones, promoviendo la colaboración y la co-construcción de soluciones de una manera rica y variada. Cada escala creativa tiene el potencial de abrir nuevas rutas de exploración, revelando aspectos únicos del cliente que contribuyen a su proceso de cambio.
En última instancia, las escalas creativas no solo proporcionan un marco estructurado para evaluar el progreso, sino que se convierten en puentes que conectan el presente con el futuro deseado. A través de metáforas, experiencias sensoriales y simbolismos personales, las escalas creativas permiten que las personas vislumbren y caminen hacia sus propias soluciones, haciendo que el cambio sea un proceso vivido, sentido y, sobre todo, alcanzable. La terapia se transforma en un espacio en el que cada sesión es una oportunidad para acercarse un poco más a ese futuro preferido, un pequeño paso a la vez, con herramientas que inspiran, conectan y empoderan.
La Importancia de la Creatividad en el Proceso Terapéutico
Incorporar la creatividad en el uso de escalas es una forma de enriquecer el trabajo terapéutico y de respetar la individualidad de cada cliente. Cuando el terapeuta permite que las escalas se adapten a las experiencias y emociones del/la cliente, crea un entorno en el que este puede explorar sus propios recursos de manera segura y significativa. En la práctica centrada en soluciones, el cambio no es algo abstracto o lejano, sino un proceso tangible y concreto, en el que cada paso cuenta y cada pequeña mejora se celebra. Con el uso creativo de escalas, terapeuta y cliente colaboran para hacer del cambio algo real y posible, avanzando juntos hacia una vida más satisfactoria y plena.